En el corazón de Nueva Italia, una figura destacaba entre todas: Doña Emilia Mura. Con más de 3000 niños nacidos bajo su cuidado, ella era más que una partera; era la guardiana de la salud y el bienestar de su comunidad. Conocida como el “Doctor de todas las especialidades”, Doña Emilia atendía partos en los lugares más inesperados, cruzaba cañaverales hasta caminos polvorientos. Su entrega no conocía límites; prefería un caballo a una ambulancia, y su amor por su pueblo la impulsaba a darlo todo, dejando un legado de médicos, ingenieros y profesores que son testigos vivientes de su incansable labor. Hoy, honramos su memoria y su inigualable contribución al tejido social de Nueva